Seísmo
de L'Aquila : ¡ a la hoguera la bruja !
Marion Weckerle (Bloguera del YES Network)
Cada vez que una catástrofe se ocurre nos
preguntamos, legítimamente, si habría podido ser predicha y evitada. Por lo tanto,
una descripción breve de los conocimientos en sismología es necesario. ¿ Cuál es la sismología, o seismología?
La ciencia que se ocupa de estudiar los
terremotos. Su fin es doble: la comprensión de la estructura y de la dinámica interna
de la Tierra, y por extensión, otros planetas y la prevención de los seísmos.
¿ Cuál es un seísmo ? Una
liberación de energía, en forma de ondas sísmicas de varios tipos (P, L y S),
causada por una rotura mecánica en profundidad. Así, seísmos pueden acompañar
fenómenos volcánicos y estar entre los precursores de erupciones. Pero la
predicción de un terremoto todavía depende de la adivinanza, aunque varias
pistas sean exploradas.
Por ejemplo, varios pequeños seísmos dentro
de la misma zona pueden anunciar un acontecimiento más importante – o no. Todo
lo que se puede decir, es si una zona, es propicia a riesgos sísmicos, en una
horquilla poco precisa de amplitud y de tiempo. Entonces esto es problemático
para una ciencia muy joven como la sismología: los datos históricos faltan para
caracterizar bien una zona sísmica. Los parámetros que intervienen son
demasiado numerosos, y los focos sísmicos se encuentran a varios kilómetros de
profundidad bajo nuestros pies. Por fin, el efecto destructor o no sobre los hábitates
humanos no depende solamente de la magnitud del terremoto, pero támbien los tipos de ondas sísmicas que circulan, materiales de
construcción de las infraestructuras, de la sensibilización de las poblaciones
al riesgo, etc.
Llegar a predecir un día los seísmos, es el
Graal de los sismólogos. Si las regiones a riesgo son baja observación con el fin
de cercarlos mejor y comprender su funcionamiento, si la geofísica conoció una
revolución verdadera en los años sesenta con la tectónica de las placas, si la
arquitectura parasísmica progresó a paso agigantado en el curso del siglo XX, predecir
el lugar, la fecha y la magnitud de un seísmo queda - a pesar de una idea
derramada y anuncios caprichosos – imposible actualmente. La sola predicción
acertada es la del 4 de febrero de 1975 del seísmo de Haicheng, en China (magnitud
7,4), que resulta de observaciones finas pero también de suerte. El año
siguiente, otro seísmo hace seiscientos mil víctimas...
Así, el 6 de abril de 2009, un seísmo de
una amplitud inesperada, en una región activa en el centro de Italia, ha ce trescientas
nueve víctimas. Este año, después de un proceso de trece meses, siete personas,
consideradas como responsables de estos muertos para no haber sabido predecir
la peligrosidad del acontecimiento, son condenadas a seis años de prisión y a
una multa de cerca de 10 millones de euros.
Esta condena injustificada hace el proceso
en realidad del conjunto de la investigación sismológica. Conocimientos no suficientes,
no bastante perfectos, de fenómenos geológicos que escapan de toda forma del
control humano. En resumen, no bastante rentables, en un contexto
socioeconómico global tenso y ansioso.
Sin embargo, estos investigadores acusados
no son culpables de este drama, no más que son de su origen. ¿ Más bien que de
perder su tiempo y su energía a la caza de brujas, el gobierno italiano debería
volverse hacia la prevención de las pérdidas humanas por la educación - cómo
comportarse en caso de terremoto? Y más esfuerzo parasísmico.
Posiblemente, entonces, el seísmo próximo será menos destructor.
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